miércoles, 13 de abril de 2016

TERCER MES DE EMBARAZO


En el tercer mes de embarazo, el bebé termina de formarse para empezar, a partir del cuarto mes de embarazo, a crecer y desarrollarse. Esta es una etapa del embarazo importante, sobre todo, porque porque durante estas cuatro semanas, la embarazada y su pareja podrán recibir información sobre el estado de su bebé.
Si es el primer embarazo es normal que todavía no se aprecie en el volumen del vientre. En la semana 11 de gestación, el útero tiene el tamaño de un pomelo. Quizás la futura mamá note antes el aumento de sus senos y necesite un sujetador de una talla mayor. La aureola y los pezones se oscurecen, se tornan más sensibles y se notan más marcadas las venas de los senos.

Cambios en el cuerpo de la mujer en el tercer mes de embarazo

Esta etapa se caracteriza por los cambios emocionales o de humor. Aunque parezca extraño, es habitual romper a llorar sin causa aparente, estar cansada y con sueño durante el día, a pesar de haber dormido bien. Cuando el embarazo se acerca a la semana 12, las nauseas y los vómitos van remitiendo hasta desaparecer al mes siguiente. En cambio, pueden aparecer otras molestias como el ardor de estómago, debido a que el estómago se va colocando para dejar sitio al bebé.
Gracias a la acción de las hormonas sobre las glándulas sebáceas, la piel, el pelo y las uñas tienen un aspecto radiante. Empieza a utilizar todos los días una crema con protección solar para evitar las manchas o el cloasma gravídico. Haz ejercicio moderado y da paseos a diario para mantener la forma física, lo que te ayudará a gozar de un buen estado de salud.

Guía del cuidado prenatal en el tercer mes de embarazo

Desde el inicio de la gestación hasta el final del tercer mes del embarazo, la futura mamá puede haber engordado un kilo o kilo y medio. Este aumento de peso es normal. El médico recomendará una alimentación equilibrada, sana y completa, que aporte al bebé y a la futura mamá las vitaminas, minerales y proteínas necesarias.
En la semana 12, en el protocolo médico del embarazo está prevista la realización de una ecografía de gran importancia. Sirve para analizar la morfología del feto y determinar las principales anomalías posibles. Esta ecografía también establece la certeza de feto único o embarazo múltiple y se mide el desarrollo del feto en relación a su edad gestacional. El bebé de 12 semanas está completo, tiene sus órganos principales, aunque aún le falta mucho desarrollo. Gracias a ello, se puede comprobar que todos sus órganos funcionan con normalidad y observar sus órganos sexuales, que ya se han diferenciado, en el caso de que la pareja desee conocer el sexo de su bebé. No obstante, es posible que en esta ecografía no se aprecie claramente. También se observará su latido cardiaco.
Pero, el avance más importante de esta ecografía es la medición del pliegue nucal (traslucencia nucal) y la medida del hueso nasal, pues ambas son determinantes para detectar un posible síndrome de Down y otros desórdenes genéticos, que se podrán confirmar en la amniocentesis.

El feto en el tercer mes de embarazo

El embrión se convierte en feto al finalizar el tercer mes de embarazo. Sus formas le identifican ya como un ser humano. Los brazos y las piernas crecen y se endurecen hacia la semana 11 y se definen claramente hacia la semana 13. Los huesos de las manos también se definen y aparecen las uñas.
La cabeza va definiendo su forma redonda, y en la cara los ojos se ubican en su posición definitiva en el centro del rostro, aunque no se abrirán hasta más adelante. Durante el tercer mes, se produce un crecimiento notable de los órganos de los sentidos. Se desarrolla el oido.
El estómago, el hígado, los pulmones, y el páncreas están formados en la semana 12 y los intestinos se colocan dentro del abdomen del feto al final de este tercer mes. Hacia la semana 12, los riñones empiezan a funcionar y el feto orina. También se forman los genitales. Otros órganos no funcionan todavía, pero están formados y pueden distinguirse.
Al final del tercer mes de embarazo, el feto es como un bebé en miniatura, de unos 10 centímetros y 50 gramos. Empieza a desarrollar sus propias huellas digitales y su cabeza se proporciona respecto al cuerpo. Y además, ya se mueve, patalea o da pataditas y extiende los brazos, aunque la madre no lo note todavía.

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